Su nombre es Fat Vincent (el Gordo Vincent) y es un salchicha de siete años de edad. Hace unos meses y quedó abandonado, sin embargo, esto hizo que irónicamente, la vida le sonriera.
Una organización llamada K-9 Angel Rescue lo rescató y cuando lo encontraron quedaron en shock: pesaba 17 kilogramos, demasiado para un perro de esta raza, sufría obesidad.
El sobrepeso le dificultaba caminar y le había causado muchos problemas en su espalda, además de colesterol.
Los miembros de la K-9 Angel Rescue y su “madre” adoptiva temporal, Melissa Anderson, empezaron a trabajar para mejorar la salud de este pobre can. Lo sometieron una dieta y un régimen de ejercicio estricto que incluía caminar en piscinas para aliviar el dolor en sus articulaciones y paseos de una hora, cinco o seis veces por semana.
Dejar la comida no fue fácil para él, pero estuvo dispuesto y poco a poco su cambio empezó a notarse. Su amor por los paseos y su gran voluntad le permitieron seguir avanzando en un proceso largo y complejo.
Vincent paso de 17 a 7,7 kilogramos. Su vida definitivamente cambió para bien. Su energía volvió, su estado de ánimo mejoró y ahora está casi listo para conseguir una nueva familia que lo llene de amor y cuidados para que nunca más, llegue a este estado.
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