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Aprende en casa, un modelo sin estudio de mercado

 

aprende en casa


La pandemia ha generado diversos cambios, y tal vez uno de los que ha tenido mayor impacto ha sido en el ámbito educativo, un espacio donde puedo expresar con conocimiento de causa, que en definitiva la Secretaría de Educación en México fue tomada desprevenida, y si no fue así, simplemente no tienen interés en buscar las mejores prácticas, pues en definitiva, es un tema que se está abordando sin conocer a su “mercado potencial”.

Si analizamos la situación desde el punto de vista del
marketing, la implementación de un sistema educativo a distancia, conlleva antes que todo, un estudio de mercado, para determinar si el mercado, en este caso, el alumnado de escuelas públicas, cuenta con las características idóneas para ser parte de esta modalidad.

Seguido de esto, se requiere de una capacitación del personal encargado de implementarlo, en este caso los maestros, para que la comunicación y la ejecución del “producto” (las clases en línea), sea lo más exitoso posible.

Interacción vs distancia


Uno de los factores de éxito al momento de impartir una clase, es la interacción, algo que puede complicarse con la distancia, sin embargo existen técnicas para aplicar de manera exitosa este modelo, que incluso antes de la pandemia, es un mercado que ha sido explotado con grandes resultados por el sector privado.

A principios de 2016, el 29% de los estudiantes en México utilizaban el modelo de
clases en línea, y para 2018, de acuerdo con estadísticas de instituciones privadas como el Tecnológico de Monterrey, revelaban que ya un 50% de los estudiantes universitarios optaban por este modelo.

Si bien, es un modelo exitoso particularmente entre universitarios, ante el panorama de la pandemia, la SEP pudo aplicar uno de los fundamentos básicos cuando implementamos un
modelo de negocio, el cual es, observar y estudiar lo que hace la competencia, es decir, ya existen modelos en línea, lo ideal, era replicarlos y adaptarlos a todos los niveles educativos.

El factor primordial de este modelo, por lo menos en lo observado en el sector privado, es la interacción en tiempo real con los profesores, es decir, no se opta por un video en una sola dirección, como los que observamos en Youtube, sino se prioriza la interacción a través de videoconferencias.

El salón no es indispensable


Uno de los factores principales para implementar las clases en línea, en el sector privado, es la reducción de costos al no requerir una estructura física, además de otros gastos fijos como electricidad y mantenimiento del espacio, permitiendo la baja en el precio de las colegiaturas.

Si bien en el sector privado no se puede cubrir el 100% del
mercado potencial, pues una de las características de los clientes potenciales es que cuenten con acceso a internet; el sector público si puede paliar este factor, al ser el Gobierno Federal en conjunto con los municipales, los que pueden dotar de la infraestructura necesaria a los estudiantes de todos los niveles.

Es aquí donde suena más lógico una alianza estratégica con los proveedores privados de internet, y no con las televisoras, pues la web es el medio que nos puede dotar de interacción maestro – alumnos, por medio de las videoconferencias. Además de direccionar parte del presupuesto que se le pagó a las televisoras, a la adquisición de tablets o laptops para estudiantes mediante los programas de bienestar. 

Capacitación en nuevas tecnologías


Uno de los obstáculos con los que tanto maestros como familias se han topado, es el manejo de las plataformas educativas, en este caso
Google Classroom y Meet, que son los implementados por la SEP, dejando entrever que el sector educativo no se preocupó por una capacitación en dichas herramientas.

La curva de aprendizaje ha sido lenta, pues tanto profesores como familias han aprendido el uso de dichas herramientas sobre la marcha, además de la aparente falta de un
plan de implementación, pues las clases al parecer son impartidas de formas distintas por los profesores, algunos dejando que la televisión sea la maestra, otros interactuando en el horario habitual de clases y otros, solucionando dudas solamente por Whatsapp.

Un post personal


Si bien el post de hoy es a opinión personal, la intención es que reflexionemos sobre como el
marketing no es publicidad, no son sinónimos, sino complementos, el primero, entiende las necesidades del cliente y su contexto, ofreciendo algo adecuado, el segundo, nos convence de que el producto que se ofrece cubre esas necesidades.

En resumen, “aprende en casa”, resultó un producto que no es incluso atractivo, pero al ser el único no hay opción (las clases en casa son una opción, pero su regulación no es muy clara), y como cereza del pastel, su falta de un
estudio de mercado no ha permitido cubrir las necesidades del sector educativo en México de forma adecuada y eficiente.

Este error, podría resultar en una catástrofe al término del año escolar, pues causará un retraso generacional de aprendizaje, sin embargo, estará en manos de los padres y los maestros comprometidos, adecuarse, cubrir las necesidades y salir adelante.

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