Quintana Roo, la joya turística de México, se encuentra en medio de una discusión candente sobre el polémico impuesto conocido como "Visitax". En una reunión clave entre el Consejo Hotelero del Caribe Mexicano y la gobernadora Mara Lezama Espinosa, se presentó una solicitud urgente para analizar la viabilidad y la forma en que se cobra este impuesto a los turistas extranjeros, debido a su carácter intrusivo y su aparente naturaleza engañosa en la forma en que la autoridad lo exige.
El vicepresidente del Consejo Hotelero, David Ortiz Mena, confirmó la importancia de esta reunión, que reúne a diversas asociaciones de hoteles y clubes vacacionales, representando un total de 125,000 habitaciones en todo Quintana Roo. El empresario calificó el encuentro como altamente productivo y positivo, gracias a la participación de varios miembros del gabinete estatal, incluyendo a Cristina Torres Gómez, secretaria de Gobierno; Eugenio Segura Vázquez, secretario de Finanzas y Planeación; Bernardo Cueto Riestra, secretario de Turismo, entre otros. Durante la reunión, se abordaron diversos temas, como problemas de movilidad, el desafío del sargazo, seguridad, entre otros.
Sin embargo, un tema destacado fue la solicitud de revisar la forma en que se cobra el "Visitax", que fue introducido por el Gobierno del Estado en 2020 y se aplicó a partir de 2021. David Ortiz Mena recordó que la propuesta fue presentada al Congreso local argumentando un déficit presupuestario debido a la pandemia, lo que suscitó preocupación debido a su cobro potencialmente engañoso y perjudicial para la imagen del turismo.
El problema radica en que, en el Aeropuerto Internacional de Cancún, la publicidad del Visitax presenta una amenaza: "Evite inconvenientes, recuerde que el cobro está ligado al número de su pasaporte". Esto ha generado temor entre los turistas, quienes lo interpretan como una advertencia para no regresar al destino e incluso temen enfrentar problemas migratorios.
La confusión y preocupación entre los visitantes extranjeros se ha expresado en varios foros y redes sociales, lo que evidencia un impacto negativo en la imagen y la posible pérdida de turistas. A esto se suma la falta de claridad sobre el destino de este impuesto, que supuestamente se recauda para mantener la infraestructura pública turística, pero la publicidad sugiere que se utiliza "para proteger las playas y la riqueza maya", a pesar de que ya existe un cargo por Derecho de Saneamiento con un propósito similar.
Además del Visitax, existen otros cargos, como el Derecho de No Residente, el Impuesto al Hospedaje y la Tarifa de Uso de Aeropuerto, entre otros. En contraste, en lugares como Miami, existe un cargo único del 13%, con una explicación detallada de las áreas que cubre y cómo se distribuyen esos recursos.
Ante estos desafíos, el sector hotelero ha solicitado una revisión urgente de la necesidad y la conveniencia de mantener el Visitax. Aunque se argumenta que es obligatorio, no existe una forma efectiva de hacer cumplir su pago. Mientras se analiza esta cuestión, también se ha pedido una modificación en la forma en que se cobra para evitar dañar la imagen del destino turístico de Quintana Roo. El debate continúa y promete tener un impacto significativo en la industria turística de la región.
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