Cómo iniciarte en el mundo del storytelling y darle impacto a tus textos

Si alguna vez has sentido que tus textos son correctos pero planos, como si les faltara vida, entonces necesitas storytelling. No, no es magia, aunque sus efectos pueden parecerlo. El storytelling es el arte de contar historias para conectar, emocionar y persuadir. Y lo mejor es que cualquiera puede aprenderlo.

1. Entiende que todo es una historia

Desde un discurso político hasta un post en redes sociales, todo puede convertirse en una historia. La clave está en dejar de escribir frases aisladas y comenzar a pensar en estructuras narrativas. Pregúntate: ¿cuál es el conflicto? ¿Quién es el protagonista? ¿Cuál es la transformación?

2. Aplica la estructura básica: inicio, desarrollo y cierre

El storytelling no es improvisación sin rumbo. Existen estructuras narrativas probadas que puedes usar, como el clásico inicio, desarrollo y cierre. Piensa en un anuncio que te haya conmovido: primero te presenta una situación, luego un problema, y al final, una solución que lo cambia todo.

3. Usa personajes y emociones

Las historias sin personajes son sólo datos fríos. Dale vida a tus textos incluyendo personas, aunque sean ficticias. Si estás escribiendo sobre un producto, no hables sólo de sus características; cuenta la historia de alguien que lo usó y cómo le cambió la vida.

4. Juega con los detalles

No necesitas escribir una novela, pero sí incluir detalles que hagan que el lector se sienta dentro de la historia. No es lo mismo decir "Era una mañana fría" que "El vaho de su respiración flotaba en el aire mientras caminaba sobre el asfalto mojado".

5. Cierra con un impacto

Tu historia necesita un cierre que deje huella. Puede ser una pregunta, una reflexión o un llamado a la acción. Piensa en qué quieres que haga o sienta tu lector después de leerte y llévalo hasta ahí.

El storytelling no es una técnica reservada para escritores o cineastas; es una herramienta poderosa que todos podemos usar para escribir con más fuerza y conectar con nuestra audiencia. Así que la próxima vez que escribas algo, pregúntate: ¿Dónde está la historia aquí?